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jueves, 3 de agosto de 2023

El River de Brito y un campeonato economico por afano

Brito y Ballotta cuando iniciaron la reconstrucción económica de River Plate

Exclusivo Política en River

La reunión de Comisión Directiva de River de esta tarde fue histórica. Luego de ingresar a River como Vicepresidente de Rodolfo D’Onofrio y ser el motor del cambio económico del club, Jorge Brito presentó un superávit operativo histórico, porque representa un cambio de paradigma en un club que superó una pandemia y encadenará tres ejercicios que serán un antes y un después en el club.

Qué significa y por qué es tan importante un superávit operativo tres años seguidos? Esto es exactamente lo opuesto a los resultados económicos de la gestión Aguilar o Passarella. Ellos llegaban al cierre de balance tan comprometidos por el déficit operativo y de fútbol que tenían que malvender juveniles en paquete o por pintura con tal de que el cierre de positivo en los números. Números completamente ficticios que llevaron al club a lo más nefasto de su historia.

Para ponerlo en números, el resultado operativo que cierra en agosto arrojará un superávit de 5.000 millones de pesos, antes de vender jugadores. Leyeron bien, cinco mil millones y después vienen los ingresos por venta de jugadores.

Pero esto no es todo. Otro de los hitos importantes que presentó Brito es que el balance que cierra y el presupuesto que está presentando se hace con una apertura inédita de gastos. Antes se hacía un desglose por áreas, lo cual generaba una verdadera telaraña de números inentendibles. Una parte de los gastos por Presidencia, otra por Secretaría, otra por Fútbol Profesional, aparte el Fútbol Amateur y así seguía casi infinitamente para ocultar gastos de un área en otra gracias a una poco simpática “creatividad contable”.

La gestión de Andrés Ballotta, el Tesorero y dupla desde hace años en la gestión económica del Presidente, agrupó los conceptos en rubros con los cuales controla la gestión del dinero en River: Fútbol (profesional y formativo), Deportes y societario (el club), Educación (el instituto) y Administración.

Esto no sólo es relevante por el seguimiento y control del gasto para ser un club sano en sus finanzas sino también para la transparencia. Una gestión que es auditada por una consultora internacional como Grant Thornton. Así, cualquiera que vea los números no cae en una maraña inentendible que normalmente oculta déficits.

Si volvemos a los números, los ingresos ordinarios que incluyen la cuota social, abonos, venta de entradas e ingresos comerciales generados por marketing no solo rompieron records sino que son el motor detrás de este hito en la historia del club.

Obviamente, quedará para otro momento la discusión sobre si el club, en una situación de superávit no está castigando en demasía a los socios a través de la actualización mensual de la cuota y los abonos. Si hay que empezar a bajar el gasto administrativo dado que se paga lo mismo en empleados que en plantel profesional. O si tiene sentido que los socios que no utilizan el club subsidien a los dos mil socios que lo utilizan y pagan la mitad de lo que se invierte en ellos, muchos de los cuales viven en uno de los barrios más caros del país.

Pero volvamos al balance, para que se entienda bien, el superávit operativo es lo que hizo posible inversiones del tamaño y magnitud de los 100 millones para el cambio de césped, los 52 millones de dólares la reforma del estadio, la proyección de construcción de un instituto nuevo por 8 millones de dólares y el nuevo centro de alto rendimiento para la formación de juveniles a pocas cuadras del Monumental por otros tantos mientras se invirtieron 35 millones de dólares en el plantel profesional con jugadores de la talla de Nacho Fernández, Enzo Díaz, Barco, Borja, Rondón, Funes Mori, Colidio y Lanzini.

Y eso no es todo, gracias a que el superávit operativo llegó para quedarse, el presupuesto 2023-2024 que presentó Ballotta estima que River tendrá un superávit operativo de casi 9.000 millones. Si, esto es luego de realizar las inversiones para terminar todos los proyectos y dejar a River con la infraestructura de una potencia del fútbol mundial y un plantel competitivo.

Alguna vez Passarella dijo que él quería ganar el campeonato económico. Hoy Brito puede decir que lo ganó como Demichelis, tres fechas antes y por robo.

Económicamente, en Argentina, River es demoledor.

miércoles, 3 de noviembre de 2021

El cierre de listas en River regala dos millones de dólares

Tribuna San Martín Baja destinada a Asambleístas
Tribuna San Martín Baja destinada a Asambleístas

 En el primer piso del Monumental se respiran votos. En el bar del club y en los restaurantes de los alrededores, cierre de listas. Las listas se están terminando de armar y el trazo de la lapicera que anota los nombres, cruje mientras se desliza.

Aunque digan que pelean por la presidencia, en la oposición la disputa está en los primeros lugares de la lista de Comisión Directiva y la Asamblea. Apuestan a que el oficialismo no supere el 75% que le daría unanimidad, algo improbable según las encuestas que hoy lo ubican en el 69% o 70%, por debajo de la reelección de Rodolfo D’Onofrio.

Desde hace dos semanas, la lista de Brito comenzó a juntarse con las agrupaciones y filiales que los apoyan. Esperan que la lapicera no falle en los hombres elegidos como erró con Jara en el primer mandato o con un dirigente acusado de pedidos de coimas por un proveedor de indumentaria en el último mandato.

Son pocos los socios que, cuando van a votar, entienden para qué sirve la Asamblea. Si bien es el lugar donde se representa la “masa societaria” que aprueba balance y presupuesto o, eventualmente, la reforma del Estatuto, es poco el protagonismo y mucho el interés por ocupar ese lugar.

Pero, ¿por qué hay tanto interés por un lugar tan ignoto? La respuesta es simple: privilegios.

Estar en la Asamblea le otorga uno de los privilegios más importantes que los “aspirantes al círculo rojo riverplatense” persiguen: asegurarse un lugar en la tribuna más exclusiva del club sin pagar un solo centavo durante cuatro años.

El sector de los Asambleístas durante River vs AAAJ

Quienes tienen la prerrogativa de ocupar en el centro de la Tribuna San Martín Baja no solo ven el partido prácticamente entre los dos Directores Técnicos sino que tienen la fortuna de sentarse en los únicos asientos de plástico con respaldo del Monumental. Si, las únicas que fueron renovadas durante los ocho años de la gestión de Rodolfo D’Onofrio.

Para comprar el abono anual de cada una de estas 506 ubicaciones hay que desembolsar unos $300.000. Y, acá viene el dato, 300 de estos lugares son para uso de Dirigentes a razón de dos entradas por Asambleísta. O sea, 200 entradas para 100 asambleístas oficialistas y 100 para los 50 de la oposición, que durante cuatro años no pagarán el abono antiestatutario “Tu Lugar en el Monumental”, lo que representa, al tipo de cambio actual, son 450.000 dólares por año que pierde River Plate.

En cada una de las reuniones los dirigentes no sólo prometen votos a cambio de cargos, también se están regalando USD 2.000.000 del patrimonio del club.

Y, lo peor de todo, esos asambleístas ni las usan.

viernes, 2 de abril de 2021

Como volveran los hinchas al Monumental?

 

Estadio Monumental terminado 2021
La vuelta de los hinchas al Monumental

En el off the record, los dirigentes no se cansan de repetir que para mantener a Gallardo y un plantel competitivo se necesita plata. “Sin los ingresos por abonos, el año pasado nos tuvimos que deshacer de un ícono como Pratto”, se sincera un dirigente con acceso a las finanzas del club.


Este año eso cambió. Los socios acaban de renovar casi la totalidad de los abonos, también llamados “Tu Lugar Monumental”. Los números muestran que, a pesar de la pandemia y la crisis en la economía, los abonados pagaron porque confían en poder volver a la cancha


En la renovación, se hizo una vaga descripción de los “derechos” de los abonados. “No se sabe a ciencia cierta cómo será pero confiamos en que se podrá volver a partir del 1° de Julio”, dicen los dirigentes. El “Cómo” es la cuestión. 


Este medio pudo acceder a una de las ideas que están trabajando los dirigentes y que parecería ser con la que se avanzará en cuanto esté la luz verde del famoso “porcentaje de aforo permitido por el gobierno de la Ciudad”.


Los sistemas que parecieran haberse descartado son varios entre los que nos mencionaron: inscribirse por una web o números pares e impares. El primero porque es garantía de sospechas de acomodo y el segundo porque asegura el desmembramiento de grupos familiares.


Los dirigentes parecen haber encontrado una fórmula mágica: el permiso por tribuna, un sistema que le ahorraría problemas y solucionaría proporciones. Además, les permitiría ajustar de acuerdo a los cambios de porcentajes de aforo. 


Cómo funcionaría el permiso por tribunas? 


Si el estado permite que vaya el 50% de los hinchas, entonces se habilitarán dos tribunas pero los abonados se distribuirán en todo el estadio y en el siguiente partido se habilitan las otras dos tribunas.


Por ejemplo, si en el próximo partido se permite un aforo del 50%, River habilita las tribunas Sívori y San Martín. Los abonados de la Sívori se distribuirán 50% en la Sívori y 50% en la Centenario y los de la San Martín, 50% en dicha tribuna y 50% en la Belgrano.


Si bien habrá que ajustar el cómo distribuir cada tribuna en mitad y mitad con la de enfrente, sería algo simple de resolver que, además, aseguraría que las burbujas familiares puedan ir juntos (y que los menores puedan ir a la cancha).


Por otra parte, si el estado decide reducir la capacidad a un 25%, entonces el club habilitará solo una tribuna y la dispersará en todo el Monumental. 


Si bien esta idea parece ser la más lógica, tiene dos problemas. Los abonados no van a poder ir al total de los partidos que pagaron, aunque para esto está la justificación de los permisos del gobierno. De hecho, esto representará un aumento de hecho. 


El desafío más grande serán los partidos contra Boca o las eventuales instancias decisivas en la Copa Libertadores. La dirigencia es probable que instaure un orden de tribunas (1° Sívori, 2° San Martín, 3° Centenario y 4° Belgrano) y apelará a dicho orden para esquivar las críticas pero no podrá evitar que entren las balas. 


A pesar de toda la explicación, los dirigentes insisten en que siguen buscando alternativas para ser más justos con los socios. Es un año de elecciones y si esto falla, puede darle chances a la oposición.

lunes, 14 de septiembre de 2020

La crisis económica en River y el dilema de D'Onofrio

Mientras no hay fútbol hace meses, las redes sociales del club se pueblan de efemérides, imágenes de la remodelación del césped del Monumental y videos de goles históricos, el Coronavirus poco a poco está exponiendo la cruda realidad del Club.


Después de ganar la primer Copa Libertadores de la mano de Gallardo, la dirigencia demostró que no sabía vender ni retener a los campeones perdiendo más de 12 millones de dólares. Asumió su realidad y empezó a "blindar" los jugadores del club con cláusulas millonarias que provocaron alzas desproporcionadas de los contratos. 

Llegó la segunda Libertadores, los éxitos futbolísticos y algunas ventas conformaron una estrategia que funcionaba mientras el club cobraba el abono antiestatutario y el equipo llegaba a instancias finales de todos los torneos que jugaba por lo que ingresaban cuantiosas recaudaciones.

Sin que muchos lo notaran, la situación económica en River cambió lenta pero radicalmente. El Club pasó de tener el mayor superávit del fútbol argentino a tener un déficit galopante. Todo esto, con un agravante: el equipo peleaba todos los frentes provocando récords de recaudación. Mientras se profesionalizaba la gestión incorporando ejecutivos de primer nivel, el gasto crecía y se postergaban las reformas estructurales en la administración del club. De qué serviría tener al mejor Director Financiero si este no puede eficientizar los gastos?  

La Argentina, mientras tanto, se hundía en la crisis macrista y el club quedaba descalzado: contratos del plantel dolarizados, gastos de administración del club inflexibles a la baja y la mayoría de los ingresos en pesos

En ese contexto, llegó el Coronavirus que derrumbó los ingresos en aproximadamente 1.000 millones de pesos detonando una explosión enorme pero silenciosa.

Los jugadores sorprendieron rompiendo el cerrojo de comunicación de Gallardo que impone la prohibición de dar entrevistas individuales. Dicen que el diablo está en los detalles: fue en medios internacionales. La dirigencia había empezado el operativo "venta de jugadores" para acomodar la situación económica antes que se desmadre. Los periodistas que siguen los entrenamientos pegaron el grito en el cielo. 

Pero llegó el viernes 11 de septiembre y Gallardo no tuvo más remedio que exponer la cruda realidad. 


El listado enviado tuvo 29 jugadores, cuando podían ser 40. River presentó una lista que no utiliza la camiseta número 10. Un símbolo pero también un síntoma. Además, a la lista le faltó un jugador para completar el listado final de 30, lo que indica no sólo que hoy River no cuenta con dinero para incorporar sino que puede tener más bajas. Ya no se disimula que Martínez Quarta y Borré están en vidriera ante la necesidad de oxígeno financiero. Aceptará la dirigencia una oferta por la mitad de la cláusula por Martínez Quarta? 

La pregunta que empiezan a hacerse muchos en el club es si este no es el mejor momento para hacer la reestructuración y saneamiento del Club. Un favor acá, otro por allá y River sigue acumulando empleados gestión tras gestión. Como si fuese un estado bobo, la institución cada año necesita recaudar más para sostener un club que usan los vecinos de Núñez.

River es el club social más barato de una de las zonas más acaudaladas de la Argentina. La "función social" es una contradicción en sí misma, para no decir un subsidio a los ricos con la plata que genera la "vaca lechera" del fútbol profesional. 

En paralelo y con todo lo que se le puede criticar, la Fundación River está llevando adelante proyectos en diversos lugares que realmente son carenciados, con personería y fondos separados del club.

Para ponerlo en números, mientras son muy pocas las actividades que prácticamente se sostienen con sus propios ingresos -el Instituto por ejemplo-, el resto recibe fuertes subsidios de los ingresos del Fútbol Profesional.

La máquina burocrática hace que el fútbol solo sea el 70% del gasto del club, erosionando año a año la capacidad de reforzar el equipo y mantener un plantel competitivo sin dejar al club en default.

Así las cosas, la pandemia puso a D'Onofrio ante el dilema más grande de toda su gestión: utilizar su enorme capital político para hacer la reforma que River tanto necesita y ser recordado como el Presidente que saneó el club y le dio sustentabilidad al fútbol profesional o dejar un club con el título más importante de su historia pero en terapia intensiva.

La historia de River juzga a sus Presidentes por los logros futbolísticos pero los sentencia por cómo dejan al Club.