Especial para Política en River - Hace más de 14 años que cubro el día a día de la información de River. Estuve en las presidencias de Davicce-Pintado; en la de Aguilar; y en esta de Passarella. Lo seguro es que nunca estuve tan desorientado como hoy. Es un error mío, en lo profesional, claro. Y lo admito.
Yo creí que Passarella había conversado antes de anunciarlo con algunos de los grandes nombres de River a los que les iba a hablar “con el corazón”, como él mismo dijo en campaña. Pero me equivoqué, parece. Los nombres que desde la dirigencia del club tiran, como Carrizo, Bolatti, Trezeguet, Camoranesi, D’Alessandro, Guiñazú y Formica, hoy aparecen como imposibles. Y eso que ni menciono que también se habló de Aimar, Saviola y Crespo. Así, la historia parece ser que River está dispuesto a recibir lo que se venga. Y entonces aparece Mercado, el de Racing. Lateral derecho, quizás volante por ese sector, alguna vez marcador central... Nada personal contra Mercado, pero, si se da, su llegada no será un salto de calidad, que es lo que necesita el equipo. Para eso que dejen a Emanuel Martínez (tiene que volver de Quilmes) que por lo menos va a tener un sueldo más bajo.
El tema de la auditoría nunca me cerró. Primero, porque entre “gauchos no se pisan el poncho”. Nunca. Segundo, porque en esta lista de la actual comisión directiva más de la mitad, sí, más de la mitad, pasaron alguna vez por la administración Aguilar. Y tercero porque sin denunciante no hay delito. Nadie levanta la voz de manera acusatoria en el fútbol argentino porque para eso se necesitan pruebas, y para que las evidencias existan alguno de los involucrados debería reconocer ser parte del delito. Y entonces nada se aclara. Jamás. Sospechas tenemos todos. ¿Pruebas? Ninguno. Mil veces, sin exagerar, me han dicho “decí esto, eso, y aquello”, y siempre me remití a pedir pruebas irrefutables. Algo así como para evitar un juicio o una carta documento ante una denuncia que hablaba de fraude o estafa. Y ahí se acababa la historia, claro.
Tanto D’Onofrio como Caselli llegaban con empresarios amigos que iban a alcanzar dinero para que River respirara con incorporaciones importantes para no perder el semestre que ya se perdió. Sabían cómo estaba River y por eso tenían ese plan. Passarella se encontró con el “voto bronca” y ganó las elecciones. Nunca hubo dinero para afrontar las incorporaciones que tenía que hacer River. Caselli le ofreció ayuda y él no la aceptó. Por la misma razón que eligió a Cappa por sobre Ramón Díaz. En el medio está River. Alguien debería marcar esta situación ya. Ahora. No sea cosa que esto de lo de verse en zona de Promoción deje de ser una “joda para Tinelli” para convertirse en una realidad que el año que viene, a esta altura, nada pueda remediar. Ni siquiera un “yo te avisé”.
Por Hernán Castillo
Periodista de Radio La Red