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Passarella y D'Onofrio confirmaron que serán candidatos a presidente |
En 2009 River Plate sufrió uno de los mayores bochornos institucionales de su historia cuando el cierre de la votación se ensombreció entre boletas truchas y pedidos de recuento de votos. Al final, Passarella emergió como ganador en las urnas gracias al apoyo clave de Caselli en la Junta Electoral. D'Onofrio aceptó la derrota y se guardó a silencio.
Este silencio en el club, en los medios de comunicación y en redes sociales (D'Onofrio hasta hoy no tiene
Twitter y su facebook está abandonado) hizo que otros dirigentes crezcan en su ausencia. Tanto los miembros de su lista como otros candidatos ocuparon ese vacío con la expectativa de posicionarse, incluso algunos con su aval, aspirando a ser bendecidos por quien perdió por 4 votos.
Si al silencio de D'Onofrio le sumamos que Passarella había dicho hace poco "no tengo tiempo para hablar de la política en River", las elecciones de diciembre aún no tenían definición de los últimos dos retadores.
Sin embargo, los rumores se transformaron en certezas y las certezas en importantes definiciones.
En las últimas horas,
Solassi salió al cruce de la versión que publicó Clarín que dice que Passarella evaluaría las encuestas para analizar si se presenta. El vicepresidente fue categórico:
"Passarella se presenta y lo voy a acompañar".
D'Onofrio, quien había criticado a por "apresurados" a los dirigentes que ya colgaron afiches, hoy lanzó abiertamente su candidatura cuando dijo hoy que "Passarella tiene una imagen negativa del 70%" y
"voy a ser candidato a presidente para hacer un cambio en serio".
De esta forma, los candidatos que pelearon voto a voto las últimas elecciones confirmaron su presencia en diciembre.
Estos movimientos no estaban fuera de la agenda de ninguno de los precandidatos pero obligan a cada uno de ellos a redefinir su estrategia de posicionamiento. Con sus allegados y asesores de imagen analizan no sólo las posibles alianzas sino también si ese candidato está dispuesto a darles un lugar en su lista.
El dilema más grande en este punto lo tiene D'Onofrio quien tendrá que dividir las aguas. Descartados los "passarellistas", habrá que ver si acepta "aguilaristas", sobre todo teniendo en cuenta que sólo hay un puñado de dirigentes que no participaron de ninguna de las dos administraciones. Mantener una lista "pura" evitará que lo tilden de "la vuelta de Aguilar" pero también atomizar la elección, el mejor escenario para Passarella.
En lo que respecta a los ídolos que participaron de las últimas elecciones, por el lado de la lista de D'Onofrio Francescoli desestimó cualquier tipo de participación en las elecciones y por el lado de la lista de Passarella -quien se había mostrado públicamente en campaña con el Kaiser- Ramón dijo que todos los candidatos suman, con el claro ánimo de seguir luego de diciembre. Él quiere evitar que le suceda lo que pasó cuando llegó Aguilar.
En diciembre estarán habilitados para votar
51.000 socios aproximadamente, de los cuales 18.000 lo pueden hacer por primera vez y los
16 candidatos saben que no hay lugar para tantas listas.
En River comenzó el tiempo de las alianzas.