lunes, 6 de enero de 2025

Elecciones 2025 en River Plate: Un oficialismo sin candidato?

Patanian en campaña 2013
Passarella transitaba su último año y en River había una incógnita. Dónde estaba Rodolfo D’Onofrio, el contrincante al que derrotó por seis votos. Allegados contaban que no aparecía en Núñez porque estaba muy golpeado por cómo había perdido. Él confesaría más tarde que sabía que su presencia desestabilizaría aún más al club. Patanian y Ballotta, sus más cercanos dirigentes por entonces, con su propia plataforma electoral lista, aguardaban un guiño. Brito, un desconocido en ese momento, hacía sus primeros pasos en el club. El guiño llegó. 

Un domingo Rodolfo D’Onofrio apareció en la San Martín Baja junto a Francescoli. La historia cuenta que Patanian y Ballotta lo empujaban a lanzarse. Querían asegurar la presidencia sino ellos lanzaban formalmente su candidatura y D’Onofrio se decidió.

Jorge Brito en campaña 2013
En esas fechas llegaría a su punto de cocción la gran alianza que gobierna River desde aquél 15 de diciembre en donde recibieron un club sin la presencia del presidente y con una deuda inexplicable. 

Esa alianza electoral tenía algunos principios. Rodolfo D’Onofrio sería el candidato a Presidente porque aseguraba la elección. Jorge Brito sería el Vicepresidente Primero porque sería quien se encargaría del financiamiento de la campaña. Y, finalmente, Matías Patanian sería el Vicepresidente Segundo porque fue quien, siendo el mejor posicionado, le cedió su lugar a D’Onofrio, cuando este se lanzó. 

Y la alianza se sellaba con un pacto: el poder sería rotativo. En el orden de la lista, sería la rotación de presidentes en sucesivos mandatos. D’Onofrio 2013, Brito 2017, Patanian 2021.

Un Gallardo campeón de la Sudamericana, Libertadores, Suruga y dos Recopas no estaba en los planes de la alianza. El sweater rojo pedía reelección y la tuvo, a pesar de la bronca de Jorge Brito quien debería esperar un mandato más. El pacto se reseteó.

El cambio escondía un asterisco. Por estatuto, Patanian no podría volver a ser Vicepresidente. D’Onofrio cubrió el lugar con Cascio, un dirigente muy ponderado en el mundo River, que no alteraba los términos de la alianza inicial. Pero su fallecimiento, generó uno de esos imponderables de la política. 

Stefano di Carlo asume como Vicepresidente
En Octubre de 2018, D’Onofrio elegiría como Vicepresidente Segundo a Stefano di Carlo. El joven dirigente se había hecho un lugar importante en la ponderación del presidente más exitoso de la historia de River no sólo por entregar siempre resultados sino porque lo acercó a la política nacional, la aspiración del presidente quien por entonces declaraba "es probable que me dedique a la política cuando termine la presidencia de River".

D’Onofrio cumpliría su -segunda- palabra y en las elecciones 2021 sería el turno del banquero Brito con Patanian como Vicepresidente Primero e Ignacio Villarroel, como Vice Segundo. 

El primero ya había cumplido un mandato fuera del poder lo cual le permitiría, según el Estatuto vigente por entonces, volver a ser Vicepresidente y luego candidato a Presidente. 

El segundo, Villarroel, el cerebro para evitar que la Conmebol le quite la localía a River luego de los incidentes fuera del perímetro de seguridad en la final de la Libertadores 2018. No sólo por los resultados logrados producto de su gestión, sino lo valiente de enfrentarse a su propio sector político -el PRO-, que por entonces gobernaba el país.

Stefano di Carlo ingresó a la lista como Secretario, el cargo más relevante en el club luego del Presidente y el DT. Es el arquitecto detrás de todas las decisiones del presidente y su natural confidente. Una vez más, Stefano no sólo se ganaría la confianza del primer mandatario sino que, esta vez, comenzaría a tomar vuelo propio, máxime cuando comenzaron las obras del Monumental.

Brito recorriendo las obras con Chiqui Tapia
Al asumir, Brito comprendió rápidamente la coyuntura económica nacional y los incentivos políticos en el club. Así como su padre construyó una torre magnífica para el Banco ante una coyuntura similar, Jorge Pablo haría la misma lectura en el club. La sombra de los logros deportivos de Rodolfo lo obligaron a ir por más. El antecedente del cambio de césped selló su decisión. Cepo, dólar alto y mano de obra barata combinado con un empeño personal en acercar inversiones en marketing fueron el combo perfecto para remodelar el estadio. Brito había elegido su legado y Stefano había encontrado su plataforma política mientras Patanian apostaba todo al fútbol.

Dos eliminaciones en octavos y una frustrada final en el Monumental sumado al impacto local e internacional de la remodelación del Monumental puso en duda el resultado de la ecuación electoral oficialista. 

Comienza este 2025 electoral en River con una novedad política impensada. Por primera vez desde su llegada al poder, en el oficialismo no hay certezas sobre su sucesor. 

O será que ya no existen dudas? 

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