Los dirigentes de River están muy agradecidos con Cavenaghi. No solo por los goles y los títulos, sino porque lo trajeron y se transformó en el vínculo entre los dirigentes y el plantel cuando era necesario que los jugadores tengan paciencia para cobrar las deudas.
Luego de su retiro, fueron varios los dirigentes que le recomendaron hacer un partido despedida. Cavenaghi, ya como empresario, veía los riesgos pero le lanzó a la aventura.
D'Onofrio le ofreció el estadio Monumental sin cargo siempre que WFG, la empresa organizadora, se haga cargo de todos los gastos. Así había sucedido históricamente con Alonso, Francescoli y Ortega. "Esto representa el último aporte económico de River para los ídolos", confesó un dirigente.
El público acompañó agotando las entradas y hoy puede ir a tocar el arco de los goles históricos al Museo River.
Lo controvertido es que no solo tapa las medallas de los socios fundadores sino que tiene una marca comercial que no es sponsor del club, un gran ejemplo de marketing de guerrilla.
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