No era un partido muy diferente a lo que venía sucediendo en River en este inicio del segundo semestre. Las cosas no sucedían con fluidez sino con vértigo. Traicionero, te invita a ir y a ir, pero en algún momento te lleva a la merma si no se dosifica el esfuerzo. Y River padeció de eso. Hasta el primer gol.
Mercado grita el primer gol |
Y así salió del nudo River. Estaba atascado en cómo someter al rival pero no en cómo sostener su funcionamiento. Quiénes debieran solidificar este funcionamiento en Paraguay será tarea de un técnico como Gallardo que cada vez muestra mejores credenciales acerca de cómo resolver determinados problemas. El caso Alario es uno, con un muy buen partido ante la partida de Teo y un flojo nivel de Cavenaghi y la falta de un nueve de peso en el área. Además, fue el artífice con un pivoteo precioso para la corrida de Mora y su definición picándola por arriba del arquero. Cosas de crack.
Hoy River va con una serie abierta pero a su favor. Ahora el nudo está en otro lado.
por Matías Prado
Ex Clarín Deportes
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