Sobre el final, San José ganó un partido controlado |
En la primera parte River se entendió bien con la altura. La respetó para así saber administrar su aire. A tal punto que jugó un partido mucho más inteligente ante un rival de menor jerarquía. Supo ser paciente, con Ponzio y Pisculichi a la cabeza, para que la pelota viajara casi siempre a destino seguro. La contención de Sánchez y Mayada más la de los laterales se compensó con la soledad en la que navegaban Mora y el Pity Martínez, pero con la inquietud y el desequilibrio que generaban ambos para tener a maltraer a la defensa boliviana. El ex Huracán, con una calidad futbolística exquisita como ya nos tenía acostumbrado en el Globo, se encargó de tener situaciones ante el arquero Lampe que por poco no sirvieron para sacarle el cero a River. Injusto cero. Aunque también cabe tener en cuenta las situaciones aisladas en las que participaron Orué con cabezazos débiles que contuvo Barovero, y un tiro bombeado de Loaiza que pasó cerca.
El complemento no fue tan diferente al inicial. El respeto al aire fue otro, pero el control del encuentro estuvo en manos de los de Gallardo. El principal mérito fue haberlo cansado también a San José en su propia casa, hacerle saber que por más altura, exponerse ante un rival de jerarquía como lo es River no es tan recomendable, en especial por los pergaminos que viene trayendo el equipo argentino desde el 2014. De hecho, los de Teodoro Cárdenas no volvieron a ser ni un poco punzantes en ataque. Hasta que Reyes, ingresado en esta mitad, desbordó por izquierda y un mal despeje del arquero le dejó la pelota servida a un ahora sí cabezazo certero de Orué que con el arco libre destrabó el resultado.
Situaciones de otro partido. Complejo hablar de supremacía notoria de uno sobre otro. Ante la paridad, destacarte por el detalle inclina la balanza a tu favor. Hasta el minuto 43, nadie había sabido cómo darle a la pelota de larga distancia en la altura, que se sabe viaja distinto, para obtener un remate certero. La respuesta la encontró Valverde, que en un tiro libre, la cristianoronaldeó si se permite el término, y salvando las distancias obviamente. El remate seco y a media altura ante una barrera mal armada por Barovero permitió que el equipo de Oruro se llevara este triunfo histórico. Impensado. Logrado por las primeras cuatro palabras de este párrafo.
Ex Clarín Deportes
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