Imposible así (Olimpo 1 vs 1 River Plate)

Certezas, sólo dos. Que River no está en la punta y que Olimpo se salvó del descenso. Incertidumbres, muchas. Todo producto de un partido que navegó en los barros (literales) del estadio bahiense.

Costaba hacer pie. Costaba jugar. Para los que corren y raspan había condiciones ideales para lucirse, pero la némesis fue el flojo encuentro de los encargados de la elaboración en el Millonario. Salvo Carbonero que con desequilibrio y astucia pasó por arriba a Villanueva y a Gil hasta que le dio la nafta, todos los demás fueron la mínima expresión de lo que saben dar. Ledesma y su buen aporte en el quite pero flojo (sí, creelo) en la distribución, su especialidad. Fabbro buscando ser un lanzador o un asistidor que nunca encontró su lugar en el mundo en la cancha. Lanzini divagante, sin su picardía para darle la explosión precisa al equipo. Y Cavenaghi que no encuentra la fórmula para volver a ser funcional. A pesar de todo River quiso ser protagonista, pero se quedó en las intenciones.

Olimpo tampoco fue gran cosa. Con su juego aguerrido en mitad de cancha, inquietó en pocas ocasiones a Chichizola. Salvó la distracción de Villanueva en el gol de Carbonero con la jugada sacada del laboratorio para el gol de Lugüercio, quien también aprovechó su soledad en el área gracias a que Ledesma nunca lo marcó. Después de eso, más allá de alguna situación aislada, los de Perazzo buscaron cuidar su quinta para no perder el objetivo de quedarse en Primera, algo a lo que les había costó llegar.

Un partido lleno de imposibles para las pretensiones y necesidades de River. Cancha imposible para engranar juego asociado, falencias en los jugadores de buen pie y un rival como Olimpo con un objetivo primordial como el de sumar para asegurar la permanencia, y sin arriesgar más de la cuenta. Así, imposible llegar a la punta.

por Matías Prado

Ex Clarín Deportes