Este partido River ya lo había jugado. Había que remontarse a 72 horas atrás. Cambiaron las camisetas, de azul con una franja roja en el medio a una celeste con una banda roja cruzada. Y también cambió el resultado a favor de River. ¿Hubo algo más?
Porque el equipo de Ramón Díaz volvió a demostrar que le cuesta encontrar juego. No se niega el empuje, más aún con el condimento de la lluvia. Pero no hubo uno que provocara el contagio en los demás. El que aplicara la inteligencia para no caer en la misma tentación de recurrir siempre al mismo error, el de rebotar contra la ya conocida propuesta cerrada del Arsenal de Gustavo Alfaro.
Cavenaghi marca el gol Ph: Olé |
De repente llegó la diferencia, eso que distanció a River con respecto a Tigre: el gol. Ese penal que no tendría que haber sido tal, pero que Lunati pitó y que Cavenaghi pudo cambiar por gol un poco para desahogarse de ciertas desavenencias consigo mismo dentro de la cancha y para marcar que, con él en cancha, River puede seguir siendo diferente.
Ex Clarín Deportes
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