La historia de River Plate tiene un amplio espectro en materia de formación de sociedades que en la cancha plasmen un entendimiento pleno. Desde Medina Bello y el Cuqui Silvani, pasando por Saviola y Ángel u Ortega y Buonanotte en el título de 2008. Esta victoria con Gimnasia de La Plata, con todo el lastre de ser el primer partido del torneo, demostró que River se benefició con algunas y se perjudicó en otras.
Todo empieza en el fútbol con la pelota al pie. Y en eso Ponzio y Kranevitter rindieron con creces. Siempre al compañero mejor ubicado, rompiendo líneas para aparecer en zona de riesgo para Monetti como en el gol de Ponzio, y luchando ante el aguerrido mediocampo del conjunto de Troglio.
En cambio, necesita un replanteo la sociedad ofensiva. Está bien que Teo baje para crear juego si se siente cómodo y más ahora estando Cavenaghi en el área, pero es justamente el capitán el que pierde en abastecimiento. También parte de ésto se lo lleva Lanzini, quién jugó un gran partido pero que en su afán de hacer él un gol desperdició muchas chances de asistir al nueve.
Ésto recién empieza y todo es muy prematuro en este River que deberá seguir apostando por fortalecer esas sociedades que, como ayer, lo llevaron al triunfo.
por Matías Prado
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