Aplausos para Manuel Lanzini. Nada más. Porque fue el único que entendió cómo jugarle a un Colón agresivo y veloz en la marca. Porque fue el único que se animó a jugar para adelante con valentía y decisión cuando River navegaba por los laberintos de la lentitud e indecisión.
En el primer tiempo, Manu fue a jugarle mano a mano al lateral Castillo y casi siempre con su gambeta en velocidad terminaba deshaciéndose del defensor. Pero, tal como se remarcó, la rápida coordinación defensiva del equipo de Osella más la falta de un acompañante por esa banda (Vangioni se dedicó más a pelear que a jugar) no fue lo suficiente para llegar a inquietar en más ocasiones al arco del local. De hecho, sólo hubo una situación clara de gol con un remate de afuera del área que se fue al lado del palo. No se pongan a hacer memoria, ese remate sólo lo podía lograr alguien como Lanzini para un equipo carente de ideas y encaprichado e ir a chocarse contra el muro defensivo.
En el complemento, el volante siguió con la misma tesitura. Pero también continuó con la misma tendencia lo de su soledad en ataque. Nadie aportaba nada para que las buenas intenciones del Diez se potenciaran. Teo en el primer tiempo con su displicencia, Ponzio y Kranevitter fallando nuevamente en lo que se les había ponderado en el primer partido, la salida limpia y Carbonero chocando por su costado e inquietando en muy pocas oportunidades. Hasta que una vez llegó el gol. ¿Cómo? De la manera en la que River había chocado en todo el partido, pero esta vez comandado por el que tenía la virtud de las decisiones inteligentes. Lanzini, gambeteando en velocidad, junto marcas de Colón para después dejar brillantemente solo a Cavenaghi quien, con una definición exquisita, puso el descuento transitorio del partido.
Y así se diluyó nuevamente un partido en el que River perdió porque hizo los méritos necesarios en todas sus líneas para que Colón las aprovechara. Mientras tanto, hay un jugador que sabe lo que quiere, que no duda cuando encara y va para adelante. Señoras y señores, es Manuel Lanzini. Nada más.
por Matías Prado
Ex periodista de Clarín
2 comentarios :
me parece que los refuerzos que nos prometio el actual presidente no estuvieron funcionando demasiado bien que digamos.
LUGANO no para a nadie.
AIMAR y DALESANDRO no generan futbol ni dan pases gol.
SAVIOLA no hace goles
también hablo del proyecto rodriguez en futbol amateur y nunca dijo nada del proyecto gancedo que puso a todos lo Dt amigos de argentinos juniors como batista y dolberg ex boca pero lo mejor es que tenemos a maddoni conocido x estar en boca con su tio coordinador .que pasado tienen en river para estar en la parte mas importante del club o será que la función que les dio el señor gancedo es espiar y pasar los datos a boca y argentinos xq ahí nacio y en boca esta su descubridor maddoni DONOFRIO la verdad la re cagaste
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