D'Onofrio es el nuevo presidente de River Plate

Después de una elección histórica, donde más de 17.000 socios de River Plate aguantaron largas colas y un calor agobiante, Rodolfo D'Onofrio es en nuevo presidente de nuestro Club.

El día transcurrió con una mañana de colas interminables. El civismo con que los socios llevaron adelante el acto democrático fue ejemplar. Vitalicios, mujeres con bebés, embarazadas y discapacitados pasaban entre las filas y todos se hacían a un lado. No hubo disturbios, incluso con la hinchada en el Hall "para cuidar que no pase nada", según ellos mismos comentaron a los allegados de los candidatos durante la tarde.

En una mañana donde las boca de urna daban ganador, por corto margen a Caselli, algo esperado en el bunker de D'Onofrio, la afluencia de socios era masiva. Largas colas en todo el club hasta para entrar a los recintos de votación. Mesas con afluencia contrastante, algunas llenas y otras vacías.

Los votos que llegaron después del mediodía fueron la clave del triunfo. La sombra del "aparato Casellista", como lo llamaban desde el entorno del Empresario, había pasado pero el "aluvión de D'Onofrio" continuaba. Los socios entraban al club y votaban a un solo candidato. Como pasó con Passarella, el voto "de la popular" fue el que decidió el próximo presidente del club.

El Anillo del Monumental se cerró a las 18.00hs para dejar votar a todos los que estaban dentro. No eran muchos. A las 19hs, con la ausencia en los comicios tanto del Presidente Daniel Passarella como de Ramón Díaz -quien dijo que iba a ir a votar-, las primeras mesas mostraban una tendencia, incipiente pero contundente al mismo tiempo. Después de escrutadas 11 mesas electorales, dicen que el humor en el bunker de Caselli era terrible. El mismo candidato pidió que se retiren y de esa forma admitió la derrota.

Del otro lado, era puro festejo. Los fantasmas del pasado cuando habían festejado y después digerido una derrota por seis votos, eran eso, fantasmas del pasado. Y a las 20hs D'Onofrio, junto a Brito y Patanian, se autoproclamaban como la fórmula ganadora. La tendencia marcaba que había más de 1.600 votos de diferencia y no perdían en ninguna mesa.

D'Onofrio abrió la conferencia agradeciendo a los socios por haber ido a votar y, sin prisa pero sin pausa, le tendió la mano a todos los que "quieran trabajar para River y no vivir de River", en clara alusión a los desmanejos que por años maltrataron al club. Luego dijo que oportunamente se reunirá con Ramón para planificar el futuro de futbolístico del club afirmando que no quiere listas negras porque "no quiero que el equipo se debilite".

D'Onofrio, Brito y Patanian se autoproclaman ganadores
(Ph: CanchaLlena)

D'Onofrio marcó algunos gestos contundentes durante la conferencia. El primero, felicitando a Amadeo Carrizo que será nombrado "Presidente Honorario" y convocando al Beto Alonso a hablar, en una clara reafirmación que las glorias vuelven a River; el segundo cuando dijo que iba a llamar a Francescoli, muy cuestionado luego de la derrota del 2009, para que se sume al proyecto y, por último, cuando se diferenció de Passarella diciendo "el gobierno que se va es el de un presidente, el que llega el de un presidente y un equipo" al mismo tiempo que hacía protagonistas de las respuestas de la conferencia a Brito y Patanian. Y finalizó diciendo "ahora vamos por la gloria del futuro".

El Beto Alonso en los festejos del bunker

Caselli, aceptó la derrota públicamente vía Twitter a las 23.45hs felicitando a D'Onofrio y deseándole mucha suerte en la gestión del "Club más importante de la Argentina". Un lindo gesto por parte del vencido.

La historia contará que el presidente que perdió contra Passarella por seis votos, esperó cuatro años, un descenso y, a pesar de haber sido destratado por "borrarse durante cuatro años", volvió para tener una victoria contundente con una diferencia de 4.050 votos sobre el segundo y 56,3% del total de los votantes.

Desde este espacio, esperamos que tenga la mejor gestión del club. Porque el fútbol lo necesita, porque River Plate lo necesita y, por sobre todas las cosas, porque los hinchas merecemos volver a estar donde nunca debimos dejar de estar.