River Plate perdió con Estudiantes de la Plata por dos tantos contra uno en el Monumental tras un pobre partido jugado por el equipo de Ramón.
Con una formación alternativa que incluyó a Alvarez Balanta como marcador por izquierda, el Indiecito Solari de volante por por derecha y el debut del Rayo Menseguez, River volvió a ser un equipo deslucido, sin ideas, y sin temperamento.
Como en gran parte de los partidos, el equipo millonario jugó los primeros 10 o 15 minutos con una actitud ofensiva. El gol que convirtió tempranamente el Rayo, a ocho minutos de comenzado el encuentro, salvó a Ramón de obtener el récord histórico de minutos sin convertir. Es de destacar la gran definición de Menseguez, quien dentro del área, la engancha y define al palo lejano del arquero. Fue un soplo de aire fresco ante tanta malaria, ver un gol de manual, por fin. River se venía con todo, Estudiantes no mostraba nada, pero como siempre ocurre en estas instancias, transcurridos los primeros 15 minutos de juego, River comienza a dudar y a perder las pelotas en el medio del campo, situación que aprovechó el visitante para empatar el partido tras un rebote en el área millonaria.
De allí en más el millonario vuelve a repetir la conducta conocida, haciendo lo imposible por perder un partido que venía en los papeles, relativamente fácil. Ledesma se hace expulsar infantilmente tras dos groseras faltas innecesarias y deja a River con un jugador menos (depende como se lo quiera ver, claro).
Obviamente a un plantel que no le sobra nada, tampoco personalidad, quedarse con 10 implica una suerte de incapacidad relativa. No pasó mucho tiempo, ya que a los 37 minutos el Pincha se pone en ventaja tras un centro que ningún defensor alcanzó a desviar.
A excepción de Barovero quien tapó dos pelotas de gol y no tuvo responsabilidad en las conversiones y el chico Vega que jugó concentrado todo el partido e intentó escaladas al área rival, el resto de la defensa tuvo un rendimiento paupérrimo. A Maidana y a Botinelli le entraron por todos lados, lo mismo ocurrió con Álvarez Balanta, quien no se halló en la posición de tres. Solari tuvo un buen primer tiempo y fue mermando su juego con el transcurrir del complemento. Rojas fue el jugador timorato de siempre. Algunos destellos de buen fútbol visto en las habilitaciones que propinó Fabbro en los primeros 45 minutos, después de eso poco más se puede decir del 10. Flojo partido de Mora, un cabezazo peligroso y un gol que le sacó a Fabbro en el área de Estudiantes. Menseguez fue el delantero más peligroso, los minutos que estuvo en cancha jugó satisfactoriamente. En el complemento ingresaron Kranevitter, Simeone y Ferreyra. El mediocampista no entró nunca en el juego, el delantero no tuvo incidencia en el área rival y el Malevo, fue más esfuerzo que claridad.
El desempeño del equipo de Ramón en el campeonato es definitivamente malo. Ayer se observó a parte de la platea San Martín insultar al técnico, sus ayudantes y al plantel por completo. No fueron todos, pero la paciencia se está agotando. River necesita imperiosamente un triunfo frente a Lanús, lo único que puede evitar el tsunami.
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