Y River no los gana. Porque tenía todo para ganar el partido contra Belgrano de Córdoba, y los gruesos errores en la última jugada volvieron a impedir una victoria del Millo en su casa.
A pesar de que Belgrano salió a la cancha con un planteo de presión en el medio campo y salida rápida hacia el arco rival, River Plate fue el que tuvo más chances de convertir. Con un Fabbro mucho más afianzado que en los partidos anteriores, mostrando algunos destellos de calidad y una pegada exquisita, un Ponzio mucho más adaptado -ya en su lugar natural dentro del campo- más preciso y más gravitante, River debió irse a los vestuarios con una diferencia mínima de dos goles a favor. Ello no ocurrió por los motivos definitivamente ya conocidos, sus delanteros no convierten. Tanto Teo como Mora fallaron dos pelotas bajo el arco. La jugada en la que participó el uruguayo -luego de que el arquero tapara la de Teo- fue mucho más clara, ya que tuvo todo el arco su disposición y erró, la pelota salió a 20cm del poste derecho. Esa jugada más un tiro libre ejecutado por Fabbro al palo del arquero y un certero remate de este último que alcanzó a desviar el guardameta belgranense, fueron las chances más concretas del equipo millonario.
Teo tira el penal por encima del travesaño |
Si hablamos del resto de los jugadores, Rojas jugó un buen partido los primeros 45 minutos y volvió a decaer en el complemento. Carbonero tuvo alguna incidencia a través de algunos centros desde el costado que llevaron alguna inquietud al área del equipo visitante, y no mucho más que eso. El ingreso de Funes Mori como tres no fue auspiciante, el marcador de punta izquierdo hizo todo mal, perdió en todas en las que lo encararon y dejó todos su remates en los pies de los defensores rivales. Muy buen partido de Mercado, y se va convirtiendo en una constante. Debe aplaudirse el gran esfuerzo del marcador derecho en pos de cubrir su raya y de además, asomar al área rival con peligro, concentración esfuerzo y llegada, bien por su presente. La línea de fondo hoy no ha sido de lo mejor, ni Pezzella ni Álvarez Balanta resolvieron bien las pelotas que le llegaban dentro del área, al punto de poner en peligro el arco propio, claro ejemplo fue la que perdieron ambos frente al "Picante" que pudo resolver el partido, de no ser por la magistral tapada del arquero millonario.
El ingreso de Lanzini por Funes Mori no mejoró el sprint. El 10 juvenil volvió a exhibir sus dudas y su falta de claridad, lo que no hace más que confirmar el mal momento futbolístico que se encuentra atravesando.
Los partidos se ganan haciendo goles, y River los erra a todos. La falta de confianza de la totalidad de sus delanteros es más que evidente, de los nuevos y los viejos, de los maduros y de los juveniles. Nuestro DT, increíble goleador de la historia del más grande, es quien debe ofrecer una respuesta a este interrogante. River es un revólver con la pólvora mojada.
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