River Plate perdió uno a cero con Newell's Old Boys y le dijo adiós al torneo. El equipo de Ramón volvió a defraudar a sus hinchas y a la escuela futbolística que siempre ha caracterizado al club más grande de la Argentina. Porque River volvió a demostrar que no juega a nada, la cantidad de llegadas al arco de Guzmán fue patética, dos o tres en todo el partido.
El equipo rosarino fue un justo ganador toda vez que cuenta con argumentos mucho más solventes y siempre sabe a lo que juega. El único condimento novedoso que tuvo el partido es el debut como marcador por derecha del chico Vega. El pibe lo hizo bastante bien, mostró ganas y actitud y con eso basta por ahora para aprobar su desempeño. Después, más de lo mismo, un Lanzini ausente que nunca llegó a inquietar a la defensa del equipo local salvo en una oportunidad donde en vez de definir la jugada eligió un pase lateral que desaprovechó una de las únicas chances para marcar, un Andrada que jugó inexplicablemente de volante por derecha y que no llegó al arco, un Simeone al que no le llegó ninguna pelota limpia, de nula participación, un mediocampo sin ideas, con la característica lentitud de Ledesma -reemplazado en el complemento por Kranevitter, el pobre nivel de Ponzio, y los arrebatos poco prolíficos de Ferreyra. La defensa hizo lo que pudo ante un equipo que como dijimos, sabe hacer las cosas, tanto Pezzella como A. Balanta jugaron un partido aceptable, Vangioni en cambio, tuvo un desempeño irregular aunque, nobleza obliga, hay que ponderar el enorme esfuerzo imprimido en evitar un gol prácticamente servido, arrebatandole una pelota imposible de atrás al delantero del equipo santafecino.
El gol de Newell's, tuvo la ayuda del arquero millonario quien esta vez no pudo resolver la situación en función de haberse resbalado a la hora de tapar. Podrá decirse que el penal a Andrada fue o no fue, pero lo cierto es que River debió salir a ganar este partido como lo hace un grande, quitándole la iniciativa al rival y yendo al frente para llevarse los tres puntos. Y River no lo hizo, los argumentos podrán ser futbolísticos, anímicos, o los que cuadren, pero lo cierto es que como decía El General, "la única verdad es la realidad", y la realidad dicta que este equipo se encuentra muy lejos de poder pelear un campeonato. Habrá que rogar por la obtención de la copa Sudamericana para este plantel y su DT puedan darnos una alegría. Sin embargo, van quedando pocos justificativos para esgrimir, ya no sirve hablar de la llegada tardía de algunos jugadores, de la falta de pretemporada, de los errores arbitrales, etc, es hora de asumir las propias responsabilidades y darle un rumbo a este barco a la deriva. River debe ganar algo antes de fin de año, todo lo demás, huele a fracaso.
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