Sí, River volvió a regalarnos otro lunes feliz. Se vino Lanús nomás, el equipo que no perdía en su casa hacía poco más de un año (22 partidos, para ser exactos), el que en los últimos tiempos nos complicó siempre y uno de los cucos de la Sudamericana. Se paró en la cancha con muchas ganas y la actitud de llevar por delante al equipo millonario.
Ya en la semana previa al partido, se escucharon declaraciones del calibre de que "Lanús ya es un equipo grande (SIC)" y cosas parecidas (Marchesín). Vino con el envión anímico que le dió la paliza que nos propinaron el último partido jugado en esa cancha. Y al fin, se encontró con River. Con RIVER sí, así, con mayúsculas. Se encontró con aquel River que todos buscábamos desesperadamente, con el que sale a ganar en cualquier cancha, el que se agranda en las difíciles, el que por ese y otros motivos se le diera en llamar "El más grande".
En un partido que lo tuvo como amplio dominador en el primer tiempo, River le ganó a Lanús por un tanto contra cero. Los primeros 45' de River fueron de una gran factura. Con mucha circulación, juego asociado y verticalidad de la mano de Vangioni y Mercado por los laterales y de Lanzini y Teo por el medio del campo. Los dos laterales jugaron un partido muy bueno, Vangioni ofreciendo sus escaladas permanentes y punzantes aunque un poco descuidado en la marca, lógicamente, y un Mercado en ascenso y goleador que volvió a marcar. El partido era de ida y vuelta pero el millonario se llevaba mucha más peligrosidad al arco que defendía Marchesín. Lo negativo, los goles que seguimos perdiendo debajo del arco contrario, en este caso uno de Teo y otro de Kranevitter con todo el arco a su disposición. Todas las pelotas que le tiraron a Barovero fueron neutralizadas por el arquero en una de sus actuaciones consagratorias, el 1 sigue siendo de lo más destacado y regular de equipo de Ramón.
En el complemento Lanús salió a jugarlo más arriba, complicó en los últimos 20 minutos a un River al que se le notaba demasiado el cansancio físico. No obstante el Millonario nunca se quedó sin juego y ni perdió el orden en el campo, además de generar ocasiones para extender la diferencia. En una jugada polémica, y desde un tiro libre ejecutado por Ferreyra, Mercado convierte tras un rebote que da el arquero. El reloj marcaba los 45' finales, agónico. Lo polémico en realidad no lo fue tanto, sino que fue potenciado por el desequilibrio anímico del local que veía caer su valla por primera vez en un año, sosteniendo infundadamente, que la omisión del árbitro de cobrar una falta de Teo a Velázquez fue la causal directa (?) del gol de River. Las protestas de los mellizos Schelotto, ocasionaron que fueran echados del campo de juego. Se fueron sin respuestas y sin pañuelos.
Enorme Barovero, buen partido de Maidana, Álvarez Balanta fue un pilar y tuvo salidas criteriosas, muy bien Mercado afianzándose cada vez más en el puesto y mucho más parecido al que jugaba en Estudiantes de La Plata, buen partido de Vangioni llevando siempre peligro al área de enfrente, buena actuación de Kranevitter, muy sacrificado aunque sin lucir, buen partido de Ferreyra cada vez más importante en los centros y en la pelota detenida, mal partido de Ponzio siempre mal parado y dubitativo, A pesar de las intermitencias fue una buena actuación de Manuel Lanzini, siempre el jugador más desequilibrante y peligroso del millonario, también cumplió una labor interesante Andrada, más por su sacrificio y su trajín que por lo que hizo de cara al arco Rival.
Dejamos adrede el comentario de la actuación de Teo para el final, con un muy buen primer tiempo y un segundo tiempo satisfactorio se destacó más que por su fútbol, por su picardía y su experiencia para llevar a River hacia el grado de confianza necesario para sobreponerse al cansancio y para poner nervioso a todo Lanús. Cuánto hacía que no teníamos un jugador que por sí solo desequilibre y ponga nerviosos a los jugadores adversarios, esos díscolos que con un enorme temple y un coraje a prueba de balas se llevan por delante a sus rivales. Teo fue todo eso, junto con Barovero, fue el jugador más importante de la cancha y reiteramos, no por el fútbol desplegado si no por toda la personalidad puesta al servicio de la victoria.
Todo River festeja mientras Guillermo llora la derrota |
River volvió a ganar, y eso comienza a dejar de ser noticia. Se viene el superclásico, ahora sí a ganar o ganar como sea, vale el gol con el codo, vale cualquier planteo, vale todo. Sólo sirve ganar.
¡Vamos River el domingo!
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