River Plate debutó en el torneo de primera
división del fútbol argentino perdiendo por un tanto contra cero contra
Gimnasia y Esgrima de la Plata. El partido esperado por todos, fue un cotejo
deslucido donde el local fue ampliamente dominador durante la mayor parte del
desarrollo del encuentro.
River salió a jugar el partido sin
ambiciones desmedidas y se encontró con un Gimnasia protagonista,
que salió a jugar la final del mundo,
apretando en todos los sectores del campo, copando la mitad del terreno y
asfixiando todos los intentos del equipo visitante. Ponzio y Ledesma, de
discreta actuación, no pudieron generar una
sociedad y terminaron merced a la voluntad de los volantes del lobo. Mientras,
las esporádicas subidas de Vangioni eran
neutralizadas y por el otro carril, Mercado mostraba la intrascendencia que lo
caracterizó el torneo anterior, poca
marcación y llegadas con poco peligro
al arco contrario.
La zaga central tuvo un partido para olvidar, Maidana perdió casi todo lo que jugó tanto de arriba como de abajo
y fue el autor del dudoso penal que Ceballos cobró
en contra de River. Álvarez Balanta, por su parte,
tuvo algunos destellos pero se mostró lejos del nivel mostrado en
el primer semestre. Barovero fue el más destacado de la última línea, tuvo una actuación sobria (a pesar de su recurrente falta de puntería a la hora de elegir el palo en los penales).
Lanzini fue
el solitario autor de las escaladas hacia el área
contraria. Muy solo en la generación de fútbol, acompañado en ocasiones por el
trajinar de Ferreyra que intentó pero no pudo lastimar
demasiado. Es de destacar el empeño puesto por el chico Simeone
quien estuvo muy aislado de los volantes, que jamás lo asistieron con corrección.
No obstante estuvo a muy poco de descontar, con un potente cabezazo que atajó el arquero.
Carlos Carbonero el mejor en River Plate |
Hemos dejado para el final a Carbonero,
quien a nuestro juicio, fue el mejor jugador de River. Con interesantes
escaladas al área rival, mucho empeño y buen manejo de pelota, un jugador que ilusiona.
Aunque
es una verdad de perogrullo, no se puede omitir afirmar que así como el Lobo le ganó al Millonario en el campo,
Troglio le ganó al Pelado en el pizarrón. Formó un equipo aguerrido que ganó el mediocampo e impidió
la proyección de los volantes y laterales
en el equipo de la banda. Cortó todos los circuitos y River
no supo contrarrestarlo en ningún momento del partido a
excepción de los últimos 15 minutos de puro voluntarismo ofensivo.
Andrada, Sánchez y Kranevitter, ingresaron en el segundo tiempo, con
pocos minutos en la cancha.
River volvió a regalar un tiempo y perdió 3 puntos, esos que duelen en la etapa de definición. Deberá entender que su negocio está en la búsqueda permanente del arco
contrario, desde el primer minuto, con la ambición
y el orden que nunca mostró en el bosque.
Foto: La Página Millonaria
No hay comentarios. :
Publicar un comentario