Rodrigo Mora (Foto: LPM) |
Un susto a los dos minutos y el primero de Newell's Old Boys a los ocho parecían marcar el rumbo de un partido hacia el desconcierto. Pero el equipo reaccionó y en cuatro minutos Trezeguet y Mora lo dieron vuelta. Nadie los podía detener. Tuvieron tantas situaciones de gol que los hinchas creíamos estar soñando.
Estábamos viendo un River que no sólo estrenaba una de las camisetas más lindas de su historia sino que presentaba una potencia abrumadora en su juego. El equipo se fue al entretiempo, esquivando la manga que le habían preparado para entrar al vestuario, de cara a la Sívori y los hinchas aplaudíamos desde todas las tribunas en agradecimiento de un primer tiempo donde se bailó a un rival al que no le faltaban pergaminos para buscar los tres puntos.
En el segundo tiempo, el juego continuó igual de contundente y a los 22 minutos Funes Mori alargó la diferencia plasmando un resultado que ya era avaro con la realidad del partido. Sin embargo, tres minutos después, Sánchez cometió un penal infantil que provocó no solo el descuento sino el repliegue de River ante un Newell's que se venía ya que no tenía nada que perder más que lo goleen. Y faltando 17 minutos para el final del partido, Newell's lo empató luego de que Sánchez se vuelva a equivocar pidiendo un offside que no se cobró sin seguir su marca.
En lo que restó del partido River volvió a atacar y tuvo en la cabeza de Trezeguet y en la derecha de Funes Mori el gol que se necesitaba para sellar el triunfo. Pero ninguno de los dos resolvió bien. El primero porque se la dio en las manos al arquero y el segundo porque la colgó como hizo con Belgrano en la primera fecha.
Se empató un partido increíble donde River jugó muy bien. Mora no sólo hizo un gol sino que, literalmente, bailó a Heinze y fue clave en los tres goles. El problema es que no se reparó en un error táctico de Almeyda que no llevó a ningún defensor entre los suplentes y se vió ante la necesidad de retrasar a Sánchez a una posición que no era la suya a los 36 minutos del primer tiempo luego del desgarro de Mercado, quien tampoco venía jugando bien.
River dejó en el Monumental dos puntos vitales que lo hubiesen puesto a tiro de la punta del campeonato y le hubiesen regalado una alegría a los hinchas. Se jugó un partido como hace tiempo no se jugaba. Los hinchas nos fuimos del estadio con una amarga alegría por no ganar pero sabiendo que jugando así, vamos a ganar muchos más partidos de los que teníamos pensado. Este es el rumbo, ahora sólo hay que consolidar la defensa para no seguir teniendo un equipo partido al medio.
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