River Plate llegaba a este partido golpeado, no sólo por el empate en Mar del Plata, sino por el cruce durante la semana entre el Chori Domínguez con los hinchas, a través de Twitter.
Antes de empezar el partido ya se veía en el estadio la enorme cantidad de banderas políticas rodeando el campo de juego. Llamó la atención la bandera de apoyo a los jugadores, en el centro de la Belgrano baja, que decía: "Que la locura de algunos no los aparte del objetivo. Orgulloso de Uds. Fuerza River!! Sus flias". Justo sobre el estandarte de "Recuperación Riverplatense", una bandera oficialista.
Nuevamente, en el Monumental, las plateas se enfrentaron a la hinchada. Esta última ingresó una parte antes de la salida del equipo y una segunda parte luego de ello, al ritmo de la canción "llegan Los Borrachos del Tablón", a lo que las plateas respondieron cantando "Soy de River". Parece que el quiebre sigue muy latente.
Otro dato antes de empezar el partido fue el campo de juego: su estado es deplorable. Tiene zonas sin césped. La arena salta cuando un jugador se desliza y los pozos de los soportes del piso de los recitales se notan claramente, además de que se ve el faltante de césped en donde estaba el escenario de Roger Waters. Es preocupante que River no haya podido solucionar esto.
Ya en el primer tiempo, River Plate se encontraba enfrentando a un equipo completamente replegado en su campo de juego, un equipo prolijo. Pasaban los minutos y los jugadores no podían doblegar al anteúltimo en la tabla y los hinchas se impacientaban.
Antes de comenzar el segundo tiempo entró Ocampos para jugar por la derecha -su perfil- y dejar al Maestrico por la izquierda. Pasados los cinco minutos, Almeyda sorprendió a todos. No tanto por hacer ingresar a Domínguez, sino porque éste reemplazó a Cavenaghi. River llegaba, pero lateralizaba mucho su juego. No lograba ingresar al área rival de frente y se perdía en centros, hasta que uno llegó de lleno a quien no te da dos oportunidades: Trezeguet. Y estalló el Monumental. Los cantos referidos a "poner huevos" se transformaron en un carnaval. Gimnasia, por su parte, no logró reaccionar y volvió derrotado a casa.
Con este resultado, River Plate descontó los puntos que perdió el fin de semana pasado y está a uno de Instituto, el puntero. El hincha respira una bocanada de aire fresco. La ansiedad lo tortura. Sonríe por el resultado, pero sabe que hay que seguir ganando para seguir dependiendo de River. Mientras tanto, sabe que en el Monumental hay un David que va rumbo a la idolatría.
1 comentario :
El cambio de Domínguez por Cavenaghi no fue tan sorpresivo... si hubieras visto que después de patear al arco en el primer minuto del segundo tiempo, tuvo un tirón en el aductor. Ahí él mismo pidió el cambio (no estoy seguro, pero ya en el primer tiempo me parece que venía con molestias).
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