Digno de la era Aguilar. Al final, siempre, algo pasa. Esta vez no perdimos el campeonato ni nos quedamos eliminados de local pero si perdimos lo único que teníamos: el invicto local. Lo perdimos a manos de los suplentes del finalista de la Copa Libertadores.
Será este un indicador de lo lejos que está este grupo de luchar algo importante? Más que los mejores, se deberían ir los peores.
Mañana van a sembrar el cesped del estadio para que Maradona no se queje más. Toda una imagen de este River que todavía no puede cosechar lo que nunca sembró.
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