El hincha se desahogó (River 1 vs GyE Jujuy 0)

Todo hacía imaginar que hoy iba a ser un día visagra para Aguilar y tenía que usar la cabeza para disuadir a la masa de hinchas que se agolparían en el estadio para insultar a toda persona con responsabilidad en el club. 

Y usó su ingenio. Entrar al estadio dejó de ser un simple pasaje. Todos nos sentimos delincuentes. Los cacheos policiales buscaban lo que no existía y nos sacaban lo que nos servía: pilas, encendedores y, como es lógico, botellas. Lo que sentía el hincha común, el socio y hasta el palquista era una sensación de exageración. No se iba a poder silenciar la tribuna pero tampoco era lógico que nos revisen como si estuviésemos entrando en Estados Unidos con pinta de terroristas. 

Luego de ingresar todos nos sorprendíamos por la poca cantidad de gente para darnos cuenta que la gente terminó de entrar sobre la hora por los cacheos lentos de la policía. La respuesta de uno de ellos fue terminante, "Qué quiere que le diga? Necesito que deje las pilas, Aguilar tiene miedo que se las tire a los jugadores, es ridículo pero yo tengo que cumplir la orden", dijo el oficial resignado frente al octogenario vitalicio. 

La entrada de los jugadores se dió mientras terminaban de entrar Los Borrachos del Tablón pero como el equipo jujeño, inteligentemente, no apareció por un buen rato el estadio entero estalló en su protesta unánime. "A ver si nos entendemos, los jugadores y la popular, Uds matense en la cancha porque en las tribunas los vamos a alentar... Pongan más huevo, pongan más corazón porque esto es River y hay que salir campeón vamos los millos, no le falles a toda tu gente...". Gimnasia no aparecía y el estadio temblaba, los hinchas se quedaban sin voz y los jugadores calentaban. Un momento que no será olvidado. Todos los que estábamos ahí le reclamamos a jugadores y dirigentes que hay algo que falla: no nos entienden. Hay que cambiar. 

El partido tuvo también dos momentos. En el primer tiempo parece que los jugadores quedaron golpeados por los reclamos y no supieron generar peligro para irse al vestuario en medio de fuertes reclamos, botellazos y escupitajos (aunque esto último no es necesario amigos!). 

En el segundo siguió todo igual hasta que la gente pidió el cambio de Gallardo por Rosales quien se fue muy silbado. Nunca sabremos si Gorosito quiso reemplazar a Mauro Rosales o a Mauro Díaz. Éste último iba a salir pero gallardo lo paró y lo llamó a Rosales. Y rindió frutos. Tocó su primer pelota, habilitó al Tigre y llegó el desahogo generalizado. Luego la gente pidió al Ogro y Gorosito les dió el gusto. Y Fabiani estuvo a punto de devolver gentilezas pero no pudo ser. 

Antes de que termine el partido llegó la jugada maestra. Los altoparlantes anunciaron que esta vez serían los hinchas jujeños quienes deberían esperar. Y, como era de esperar por la hora, cuando el árbitro pitó el final del partido muchos hinchas salieron rápidamente hacia sus hogares. Existieron reclamos en el Hall con pedidos de renuncias y el ya famoso cántico "Se va a acabar, la dictadura de Aguilar". 

Y desafiamos a nuestros lectores: ¿Quién nos puede decir cuáles fueron los partidos donde, en la era Aguilar, hubo manifestaciones y cánticos en el hall?