En uno de los posteos anteriores pedí que el Domingo sea una fiesta. No pudo ser.
No interesa ya quién fue el responsable. Nos quedamos otro Domingo en el sillón mirando al resto por TV. Por suerte no suman los que no queremos que sumen. Eso es bueno.
Pero ya no quiero mirar más a los demás por TV, quiero ver a mi River. Quiero verlo ganar. Quiero alentarlo. Mi corazón y mi garganta lo piden.
Y lo absurdo para todos los que no saben que River sí es el club más seguro de Argentina es que el Sábado les dimos 7.000 razones para que vuelvan a creerlo. Sino preguntenle a los chicos que festejaron sin parar el día del niño como sólo River lo podía lograr.
Sí señores, en el Monumental. Sin operativos policiales con cientos de policías, sin palpar a nadie en la entrada, sin detectores de metales...
El mismo estadio que el domingo tuvo sus tribunas vacías.
lunes, 13 de agosto de 2007
El Sábado fue una fiesta, el Domingo no
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